Se trate de una conferencia, una exposición, un sermón o cualquier otro evento de comunicación, un buen orador debe conocer y mantener la atención de su audiencia. ¿Que expectativas tienes en relación a tu público? ¿Qué esperan ellos de tu intervención? ¿Cuántos son? ¿Cuál es su perfil? ¿Han decidido venir por su propia iniciativa o les han enviado? ¿Qué necesitan saber? Piensa y actúa en consecuencia.
Empero, casi nada exige mayor planificación en un discurso que tratar con una audiencia mixta (estudiantes y empresarios, principiantes y avanzados, aficionados y profesionales). Ten en cuenta los siguientes consejos cuando te presentes ante grupos diversos.
Engancha a los más experimentados sin insultar a los menos informados
Tu contenido debe interesar a los miembros de la audiencia más experimentados. Su compromiso y participación serán de mucho interés para los menos informados debido a que estos últimos tienen más por aprender. Hoy me siento un poco tentado por Confucio, así que lo expresaré de esta forma: “Alguien que no conoce sobre algo en realidad no sabe qué es todo lo que no sabe”. A los menos informados les sucede esto, por ende, casi todos los temas y debates les interesarán (lo novedoso es atractivo) y los absorberán como esponjas. No obstante, ten cuidado de no insultar ni dejar fuera a los jóvenes estudiantes, principiantes y aficionados al utilizar jergas, recursos y herramientas con los que no están familiarizados. Entonces, ¿cómo evitar esto? Para eso está el siguiente consejo…
Proporciona material de apoyo
No confundas ni pierdas la atención de los menos experimentados en el tema. Si necesitas ofrecer información muy técnica, no es necesario que esta se lleve parte del tiempo de tu discurso oral. ¿Puedes proporcionar un folleto, un enlace a un sitio web o cualquier otra referencia que tenga esta información aclaratoria? Entonces hazlo.
Prefiere la claridad sobre la brevedad
La brevedad es buena, la claridad es mejor. Aunque tengas poco tiempo, nunca sacrifiques palabras o frases con el fin de ser muy breve, puedes confundir a tu audiencia. Las diapositivas de tu presentación, las hojas de papel y el aire en tus pulmones cuestan poco, seguro que puedes utilizarlos un poco más. Si necesitas definir un término, hazlo. Si es necesario agregar un detalle, ponlo.
Usa la experiencia de tu audiencia
Obligar a los miembros más avanzados de tu audiencia a que escuchen continuamente cosas que ellos ya saben provocará que se desprendan rápidamente de ti. Para evitarlo, puedes involucrarlos y darles la oportunidad de que compartan sus conocimientos con los demás. Cuando llegues a un punto clave, pídeles que compartan sus principios, estrategias y experiencia del tema. Esto será suficiente para que se sientan reconocidos por ti, además motivará a los demás miembros a involucrarse.
Manejar un público muy diverso puede ser un verdadero desafío. Pero con una previa planificación y mucha creatividad, el resultado puede ser estimulante y enriquecedor para todos.