Cuando crees que has logrado todo lo que querías de una negociación, es momento de terminarla. El problema es que el otro lado de la mesa puede no haber llegado a la misma conclusión. Todos sabemos cómo es esto: entramos en un cierto «modo de negociación» y nos es difícil salir de este estado. Es por eso que a menudo las negociaciones se alargan por horas.
¡El tiempo vale oro! Como buen negociador, es importante que tomes las medidas necesarias para asegurarte de que esto no suceda. Lo que debes hacer es comunicar a los otros que la negociación ha llegado a su fin. Por supuesto, hay diferentes maneras en que puedes lograrlo.
Una de ellas sería simplemente decirle a la otra parte que la negociación ha finalizado. Sin embargo, realmente no hay una manera agradable de decir esto. Además, si todavía están en su «modo de negociación», no se pondrán contentos al ser forzados a salir de este.
Una mejor manera de cerrar es usando la comunicación no verbal para expresarle a los demás que llegó la hora de concluir.
El poder de la comunicación no verbal
La técnica clásica para informar que la negociación ha terminado consiste en que comiences a escribir el documento de cierre, como puede ser un contrato o la orden de compra o de venta. Esta acción física hará que dejen de hablar y comiencen a prestar atención a lo que haces.
Otra técnica es la de actuar como si la otra parte ya hubiese aceptado tu última oferta. Si les das los papeles que dicen que aceptas el acuerdo en los términos propuestos, te pones de pie y te despides, es muy probable que todos interpreten que ya hay trato.
Cuando acaba una negociación, a mucha gente le gusta festejar. Esto significa que si comienzas a celebrar abriendo algunas bebidas o invitando a todas las partes a una cena, las personas sabrán que la negociación ha terminado.
No importa qué camino tomes, tu intención es clara: cerrar exitosamente la negociación. ¡Usa alguna de estas 3 efectivas acciones para lograrlo!