Negociar significa tratar de llegar a un acuerdo sobre un asunto a través de la discusión y el compromiso. Es algo que hacemos todos los días en los negocios y en nuestra vida personal, sin embargo, no todos somos 100% competentes para esto. Incluso, para muchos la negociación evoca reacciones negativas… se convierte en algo de lo que no quieren saber. Varias personas me han dicho que no les gusta a negociar.
Debido a que algunas personas no son buenas para las negociaciones, se pierden buenas oportunidades o terminan pagando más de lo que querían porque no pueden llegar a un buen acuerdo, las discusiones se acaloran y estancan, o simplemente prefieren no negociar.
Negociar implica discutir tus necesidades, compartir tus deseos y comunicarte con otra persona (que tiene sus propias necesidades, deseos y estilo de comunicación), por lo que muchos factores se pueden interponer en el camino de llegar a un acuerdo.
Para ayudarte a reducir los obstáculos, considera estas tres prácticas de los buenos negociadores:
1. Mantén la buena comunicación con la otra persona. Crea un ambiente de dar y recibir para que ambas partes compartan sus necesidades y deseos. Adopta las medidas necesarias para establecer una base en común y siempre que sea posible, reitera lo que en ambas partes están de acuerdo para que sea más fácil trabajar hacia una solución.
2. Sé paciente. No renuncies a nada hasta que tengas un panorama completo y toda la información disponible. Trata de poner sobre la mesa las necesidades y deseos de ambas partes antes de acordar una solución. Si tienes una tendencia a moverte rápido en la vida, aprende a frenar en las negociaciones.
3. Estate preparado. Antes de negociar, desarrolla tu posición de apertura, la estrategia de negociación y el marco general. Esta preparación se puede hacer en negociaciones planificadas y no planificadas. Si no es planeado (un cliente te llama de la nada y exige un descuento), toma un momento para explorar los problemas reales del cliente. A continuación, desarrolla tu primera oferta, algunas ideas para resolver el problema si el cliente no acepta esa oferta, y el marco general en términos de lo que puedes hacer para encontrar una solución.
Si practicas estos tres consejos te sentirás más confiado al negociar y serás capaz de lograr más resultados "ganar-ganar" en tu vida personal y de negocios. Seguro que con esas victorias te comienzan a gustar más las negociaciones.