Empezar un negocio es laborioso, por lo que definitivamente no deberías hacerlo más pesado de lo que ya es. Cuando decides emprender tienes la opción de escoger entre un sinnúmero de ideas diferentes. Por lo tanto, deberías elegir un modelo de negocio que te apasione. Es muy importante que no te dejes atrapar por la búsqueda de dinero. Sí, el objetivo final de un negocio es tener éxito y hacer un montón de dinero, eso es una gran meta a tener. Sin embargo, si estás en él sólo por el dinero, empezarás a perder el interés con el tiempo.
Por ejemplo, digamos que comienzas un negocio de venta de guitarras, pero no tienes ningún interés en lo que respecta a las guitarras o la música en general. Tu negocio de las guitarras va muy bien, estás haciendo dinero y el negocio tiene cierto éxito. Sin embargo, debido a que no tienes absolutamente ningún deseo de estar cerca de las guitarras todos los días, una de dos cosas va a suceder:
- Vas a ser un miserable manejando un negocio exitoso.
- Fracasarás miserablemente.
¿Cuál es el punto de abrir un negocio si no estarás feliz manejándolo? No hay ninguno.
Debes recordar que una vez que comienzas un negocio se necesitará mucho trabajo para hacer que este se desarrolle. Cuando construyes tu negocio en torno a algo que realmente disfrutas, la vida será más agradable y divertida. Si creas un negocio en torno a algo que no tienes absolutamente ningún interés, el resultado no será bueno. Te volverás miserable día a día, y lo más probable es que falles en el negocio cuando las cosas se pongan difíciles.
Hay tantos empresarios que persiguen el dinero y fallan porque se colocan en una ruta directa al fracaso al no hacer algo que disfrutan. Un negocio requiere trabajo duro y dedicación para tener éxito. Dicho esto, te será mucho más difícil mantenerte enfocado y dedicado a hacer crecer tu negocio si lo haces en torno a algo que realmente te gusta.