¿Alguna vez has metido la pata con un cliente o colega? A veces cometemos errores u omisiones, pedimos disculpas y seguimos adelante. No es necesario enviar un regalo cada vez que te equivocas, los problemas pequeños se pueden tratar de forma sencilla. Pero, ¿qué pasa si volvemos a equivocarnos en lo mismo o realmente «cagamos» la situación? En este caso, será conveniente enviarle un presente, regalo o detalle a la parte afectada a modo de disculpa.
Las personas son muy comprensivas cuando se trata de errores humanos. A menudo, una simple disculpa en persona o por teléfono es suficiente para corregir lo que salió mal. Incluir una carta de disculpa en un correo electrónico o postal demuestra que tus intenciones son sinceras. No te excedas. Una vez que la otra parte te ha perdonado, es hora de seguir adelante y dejar los problemas atrás. No debes pedir disculpas continuamente por algo del pasado.
Todos nos equivocamos de vez en cuando. La otra parte sólo quiere saber que lo sientes y que harás lo posible para que no vuelva a ocurrir. El hecho de ir más allá y enviar algo para demostrar arrepentimiento puede hacer mucho para reparar la confianza, demuestra que reconoces lo que has hecho y que estás dispuesto a pagar por ello.
Cuando rompes la confianza de una persona y esta no se encuentra muy contenta, es el momento preciso para enviarle un presente con el fin suavizar las cosas y hacerle saber que te disculpas sinceramente por todo lo sucedido. El detalle no tiene por qué costar mucho y depende de qué tan grande es el error.
Finalmente, el propósito del regalo es restablecer la confianza para que sigan acudiendo a ti. Ahora, lo importante será haber aprendido la lección y no cometer el mismo error otra vez.